Las rajaduras surgen cuando el suelo cambia de condiciones y ya no tiene la solidez suficiente para sostener el peso de la edificación.
En tal caso la edificación se “asienta” (se hunde). Como no lo hace de forma uniforme (por ello se lo llama “asentamiento diferencial”) hundiéndose más en ciertos sectores que en otros, y por ser la mampostería una estructura rígida, los desniveles generados producen quebraduras.
Una edificación debe estar afirmada en una base, la cual se construye en el suelo.
Al momento de hacer el proyecto, el constructor calcula el peso de la edificación, el grado de solidez y tipo de cimiento para sostener dicho peso, y estudia el suelo (vale decir la tierra) donde va a colocar la edificación y su cimiento que es lo que va a sostener el peso del edificio, para poder mantener la construcción firme y estable.
La tierra debe tener la capacidad de sostener todo lo que se le va a colocar arriba (capacidad portante).
Causas de asentamiento suelen ser el ablandamiento del suelo por exceso de agua (esta es la causa más comúnmente encontrada) lo que genera el hundimiento de la estructura; aunque también las rajaduras pueden aparecer por vibraciones (tráfico pesado, terremotos), cambio de volúmenes de tierra por excavaciones cercanas o por construcción de edificios grandes al lado de casas, erosión por agua, vientos inusitados, etc.
Las llaves en las paredes sostienen relativamente poco, ya que el peso de la edificación hundiéndose no puede ser sostenida por un elemento revocado en la pared.
Si hay un problema, hay que resolverlo en su origen: en este caso la tierra que sostiene los cimientos.
Al perder la tierra su capacidad portante deja de sostener suficientemente la estructura que pierde así su base de sustento.
El geopolimero de Uretek tiene la capacidad de sostener 40 toneladas por metro cuadrado. Esto suple la debilidad de la tierra, la estabiliza y solidifica y le hace recuperar su capacidad portante.
Cuando se plantea refundar una casa, o reforzar los cimientos con pilotes o con encadenados de cemento, el trabajo es altamente “disruptivo” (vale decir que genera ruptura, escombros, suciedad, circulación atípica de gente y herramientas, acumulación de material de construcción y gran alteración funcional – si no inhabilitación- del lugar).
Para el recalce convencional (apuntalamiento o pilotaje) es necesario, entre otras cosas, poner en descubierto los cimientos mediante excavaciones a lo largo de las paredes externas, hacer pozos, construir estructuras de cemento, trabajar por tramos a la vez a lo largo del perímetro de una edificación, y esperar el secado. Esto implica estar en obra por semanas o meses, padecer la destrucción del entorno de la casa y mudarse a otro lugar a vivir, o para desempeñar actividades comerciales.
Uretek resuelve estos casos de forma rápida, no sucia y con un mínimo de alteración: nuestras inyecciones en el suelo se llevan a cabo a través de orificios de 16 milímetros de diámetro (menor que el diámetro de una moneda de 5 centavos) y en un tiempo que suele ser de días en comparación con las semanas de trabajo de las tecnologías convencionales. La suciedad que se genera es solo polvo de las perforaciones y las pisadas de los técnicos.
Lo que un trabajo promedio de reparación llevaría un mes Uretek lo puede llevar a cabo en 3 a 5 días.
El ahorro de tiempo es directamente proporcional al ahorro de incomodidad, a la alteración funcional del lugar y a los costos.
Las intervenciones de Uretek no requieren desplazamiento de la casa, mudar de lugar maquinarias de precisión o delicadas, o inhabilitar funcionalmente una fabrica, supermercado o vivienda.
Se puede aplicar por sectores, con lo que 2 a 4 metros cuadrados perimetrados son suficientes para llevar a cabo el trabajo. Los orificios son como perforaciones para un tarugo grande, que se pueden tapar fácilmente con pastina o cementos rápidos.
Definitivamente no. En Europa tiene la calificación CEE, que lo categoriza como “amigable con el medio ambiente”. El geopolimero es neutro y no contamina el agua ni la tierra, no sirve de alimento a roedores u otros animales, y permanece intacto bajo el agua por décadas.
La entrada de agua con ablandamiento de la tierra en lugares donde no la había al momento de construir las fundaciones de la edificación. Esto genera una reducción de la capacidad de sustentación de los cimientos y un hundimiento que causa rupturas en la superficie, quebrando mampostería y eventualmente estructuras.
Debido a la altísima capacidad de penetración del geopolimero es necesario asegurarse de que las cañerías y desagües cercanos a la zona de inyección estén intactos y sin fisuras, porque podrían ser penetrados. Esta información debe ser provista por el cliente al momento de evaluar técnicamente la realización del trabajo, para así poder realizarlo sin inconvenientes.
El geopolimero es absolutamente impenetrable por el agua, no se deteriora debajo de la misma por décadas (más de 100 años), no se disuelve y es totalmente neutral. Por este motivo se lo considera ambientalmente “neutral” y la tecnología es considerada “amigable”.
Damos garantía por 10 años sobre el producto inyectado.
Respecto al trabajo, una vez restablecida la sustentación (capacidad portante del suelo) esta es permanente. Lo que se debe asegurar es la no erosión o ablandamiento de la tierra alrededor de la zona inyectada ya que así se reproduciría el problema. Antes o después de la inyección de geopolimeros es necesario haber eliminado la causa de entrada de agua a la zona.